butterfrog

La vela se extingue y la oscuridad envuelve a Micael. Desesperado, busca salir a la superficie. Sus manos están adoloridas,  por el antebrazo siente pequeñas gotas cayendo, mas no sabe si es la humedad de la pared que se le ha pegado al cuerpo o su propia sangre. Continúa avanzando, cada vez más despacio. La fría inmundicia del agua vulnera los tobillos y hace que se tambalee a cada paso. Se ha acostumbrado al olor de las cloacas. Micael se detiene un instante para escuchar si lo siguen, pero sus oídos solo detectan el rumor del agua a sus pies y el eco de su respiración. Quizás aún no lo han des